El aceite de pescado es uno de los suplementos naturales más buscados y recomendados por profesionales de la salud. Su alto contenido de omega-3, especialmente EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), lo convierte en un aliado clave para el bienestar general, desde el cerebro hasta el corazón.

En esta nota vas a encontrar para qué sirve el aceite de pescado según la ciencia, en qué casos se recomienda, y qué dicen los consumidores que lo incorporaron a su día a día.


Salud cardiovascular: la razón más frecuente para consumirlo

Uno de los principales usos del aceite de pescado es su impacto positivo en la salud cardiovascular. Su acción sobre el sistema circulatorio se refleja en múltiples beneficios:

  • Reducción de triglicéridos altos

  • Mejora del perfil lipídico (colesterol LDL y HDL)

  • Regulación de la presión arterial

  • Prevención de enfermedades como arteriosclerosis e infartos

Muchas personas comienzan a tomar aceite de pescado después de un chequeo médico que revela un perfil lipídico alterado. El EPA, presente en este suplemento, contribuye a disminuir la inflamación arterial y mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos.

Mejora cognitiva y memoria en adultos mayores

El DHA es uno de los componentes fundamentales de las neuronas. A medida que envejecemos, mantener una buena salud cognitiva se vuelve clave para conservar la independencia y la calidad de vida. El aceite de pescado es utilizado para:

  • Mejorar la memoria a corto y largo plazo

  • Aumentar la claridad mental

  • Prevenir o ralentizar el deterioro cognitivo

  • Tratar la niebla mental y el cansancio mental

Personas mayores de 60 años buscan cada vez más suplementos que ayuden a mantener la función cognitiva. El aceite de pescado es uno de los más recomendados por especialistas en neurología, nutrición y medicina preventiva.

Reducción de la inflamación y salud articular

Otro motivo frecuente de consumo es su efecto como antiinflamatorio natural. Quienes sufren artritis, dolor en las articulaciones o rigidez matinal encuentran alivio tras unas semanas de uso continuo.

  • Disminuye la inflamación sistémica

  • Mejora la movilidad en adultos mayores

  • Protege el cartílago y reduce el desgaste articular

El aceite de pescado es elegido por personas con problemas articulares que buscan evitar medicamentos agresivos o quieren complementar sus tratamientos con opciones naturales.

Salud ocular y prevención del deterioro visual

El DHA también está presente en la retina, por lo que el aceite de pescado aporta beneficios concretos en la salud visual:

  • Previene la degeneración macular asociada a la edad

  • Mejora la lubricación ocular en casos de ojo seco

  • Aporta nutrientes esenciales para una visión saludable

En personas mayores, la pérdida de visión es una de las mayores causas de dependencia. El suplemento de aceite de pescado puede contribuir a una mejor calidad visual si se incorpora a tiempo.

Estado de ánimo, estrés y salud mental

Cada vez más investigaciones vinculan el omega-3 con la salud emocional. El aceite de pescado es usado como apoyo natural en:

  • Trastornos de ansiedad

  • Depresión leve a moderada

  • Estrés crónico

  • Cambios de humor o estado de ánimo bajo

El EPA y el DHA participan en la regulación de neurotransmisores como la serotonina, y reducen procesos inflamatorios relacionados con el estrés. Es una de las razones por las que muchas personas comienzan a tomar omega-3 por recomendación de su psicólogo o psiquiatra.


Beneficios en el embarazo y desarrollo infantil

Durante la gestación, el DHA es clave para el desarrollo del cerebro y los ojos del feto. Muchos obstetras recomiendan suplementos de omega-3 embarazo especialmente formulados para esta etapa.

  • Estimula el desarrollo neurológico del bebé

  • Disminuye el riesgo de parto prematuro

  • Mejora el estado de ánimo posparto

Incluso en niños, el DHA infantil contribuye a una mejor atención y rendimiento escolar, y se utiliza en muchos suplementos pediátricos.


¿Cuál elegir? Puro, purificado o de krill

No todos los suplementos son iguales. A la hora de elegir uno, los especialistas recomiendan fijarse en lo siguiente:

  • Omega-3 puro: mayor concentración de EPA y DHA

  • Aceite purificado: libre de metales pesados y contaminantes

  • Aceite de krill: alternativa con buena absorción y menor sabor residual

  • Aceite de salmón o hígado de bacalao: versiones naturales, con vitaminas añadidas

La elección dependerá de tus objetivos y si estás bajo supervisión médica.


Conclusión

El aceite de pescado es mucho más que un suplemento de moda: es una herramienta respaldada por la ciencia para mejorar múltiples aspectos de la salud, desde el corazón hasta el cerebro, desde la vista hasta las articulaciones.

Ya sea que tengas triglicéridos altos, problemas de presión arterial, necesites apoyo para tu memoria o simplemente quieras cuidar tu cuerpo de forma natural, el omega-3 del aceite de pescado puede ser una excelente elección.