El cuerpo humano está poblado por billones de bacterias que forman parte de la flora intestinal, vaginal, oral y cutánea. Cuando están equilibradas, cumplen funciones vitales: nos ayudan a digerir alimentos, eliminar toxinas, sintetizar nutrientes y protegernos de infecciones. Pero cuando ese equilibrio se altera, uno de los primeros síntomas puede ser el mal olor corporal.
Este tipo de olor no se debe solo a la transpiración, sino a un desequilibrio bacteriano profundo, que puede afectar desde el aliento hasta las axilas, los pies, las ingles o incluso el área íntima. La buena noticia es que este proceso puede revertirse naturalmente desde el interior del cuerpo, y uno de los suplementos más eficaces para lograrlo es la clorofilina.
¿Qué causa el desequilibrio bacteriano?
El desequilibrio bacteriano o disbiosis puede originarse por múltiples factores: el estrés, el uso excesivo de antibióticos, dietas pobres en fibra, consumo excesivo de azúcar, desequilibrios hormonales, e incluso productos de higiene demasiado agresivos. Cuando esto ocurre, proliferan bacterias indeseables que generan compuestos malolientes, como las aminas volátiles o los sulfuros, responsables de olores en el sudor, el aliento o la zona íntima.
Además, un intestino alterado produce fermentaciones anormales, gases con mal olor, digestiones pesadas y mayor carga tóxica. Todos estos factores influyen directamente en cómo huele nuestro cuerpo.
¿Por qué la clorofilina puede ayudar?
La clorofilina es una forma soluble y más absorbible de la clorofila. Actúa como un desodorante interno, porque tiene la capacidad de neutralizar compuestos responsables del mal olor, equilibrar el pH corporal, y sobre todo, mejorar el entorno bacteriano en el intestino y otras áreas del cuerpo.
Al promover un entorno más alcalino y libre de toxinas, la clorofilina favorece el crecimiento de bacterias benéficas y limita las bacterias causantes de mal olor. Además, se une a toxinas y compuestos volátiles, ayudando a eliminarlos antes de que lleguen a la piel o al aliento.
¿Qué tipo de olores puede mejorar?
Cuando el desequilibrio bacteriano está bajo control, el cuerpo lo refleja en múltiples niveles:
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Halitosis o mal aliento persistente.
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Sudor con olor fuerte en axilas, pies e ingles.
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Olor vaginal o menstrual intenso.
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Flatulencias con mal olor.
Por eso, al actuar desde el sistema digestivo, la clorofilina no solo mejora la salud interna, sino también la percepción externa del cuerpo.
¿Cómo se toma para equilibrar el cuerpo?
La clorofilina se recomienda en cápsulas de uso diario, preferentemente junto a una alimentación rica en vegetales, buena hidratación y descanso adecuado. Su uso sostenido permite notar mejoras graduales pero duraderas. En general, los cambios comienzan a percibirse a partir de la primera semana, y se estabilizan a partir del primer mes.
Lo ideal es usarla como parte de una estrategia de limpieza y equilibrio interno, especialmente si notás que el olor corporal persiste a pesar de la higiene.
Conclusión
El mal olor corporal no siempre es un problema de transpiración o limpieza externa. Muchas veces es la señal de un desequilibrio interno bacteriano. La clorofilina, al actuar desde el sistema digestivo, es capaz de neutralizar toxinas, regular el pH, restaurar el equilibrio de la flora intestinal y reducir los olores corporales, desde el aliento hasta las zonas íntimas. Una solución real, efectiva y completamente natural.
La mejor manera de consumir clorofilina para evitar el mal olor por desequilibrio bacteriano es con DEOS, el desodorante interno que equilibra tu cuerpo desde adentro.