El mal aliento crónico, también conocido como halitosis persistente, es una condición que afecta a millones de personas en el mundo. A diferencia del aliento ocasional tras ciertas comidas, este problema no se resuelve solo con cepillarse los dientes o usar enjuagues bucales. Por eso, cada vez más personas buscan alternativas naturales que actúen desde el interior del cuerpo, y es ahí donde entra en escena la clorofila, y más específicamente, la clorofilina.
¿Por qué se produce el mal aliento crónico?
El mal aliento crónico no siempre está relacionado con una mala higiene bucal. En muchos casos, su causa se encuentra en el sistema digestivo, en la fermentación intestinal, en desequilibrios del pH o en la proliferación de bacterias anaeróbicas que liberan compuestos sulfurosos. También puede deberse a ciertos alimentos, medicamentos o problemas hepáticos.
Por eso, para solucionarlo de forma eficaz, no alcanza con tratar los síntomas en la boca: hay que actuar en el origen, y eso requiere una limpieza y regulación interna del organismo.
¿Cómo actúa la clorofilina en el cuerpo?
La clorofilina, una versión modificada de la clorofila, se caracteriza por ser soluble en agua, más estable y de alta absorción intestinal. Esto la convierte en la forma ideal para uso como suplemento. Cuando se consume por vía oral, actúa como un potente neutralizador de olores internos, al unirse con compuestos responsables del mal aliento, como el sulfuro de hidrógeno y otras sustancias volátiles.
Además de neutralizar estos compuestos, la clorofilina ayuda a mejorar la digestión, reducir la fermentación intestinal, equilibrar la flora bacteriana y favorecer la eliminación de toxinas. Todo esto tiene un efecto directo en el aliento, pero también en otros tipos de olor corporal, como los olores menstruales, vaginales, intestinales, de pies o axilas.
¿Es segura para el uso diario?
Sí, la clorofilina ha sido utilizada clínicamente durante décadas y está aprobada como segura para el consumo humano en las dosis recomendadas. Su uso fue documentado incluso en hospitales para reducir olores en pacientes con heridas abiertas o problemas de incontinencia. Los efectos secundarios son raros y leves, como el oscurecimiento temporal de la orina o las heces.
Lo importante es elegir un suplemento de calidad, libre de aditivos nocivos y formulado para una correcta absorción, como es el caso de DEOS.
Conclusión
La clorofilina sirve para el mal aliento crónico, y lo hace de forma integral, actuando donde otros métodos no llegan: en el interior del sistema digestivo y bacteriano. Al equilibrar el cuerpo desde adentro, no solo mejora el aliento, sino también el olor corporal, los gases intestinales y la salud general.